El Enamoramiento en la Adolescencia
Resulta
que un día descubres que tu compañero (a) de clase o tu vecino (a), o tu amigo
(a) no es tan feo (a) como creíste, descubres que tiene ojos bonitos, que su
figura es muy agradable, que cuando habla siempre hace el mejor
comentario, que usa la ropa del momento
y que sólo a el (ella) le queda y cada vez que se acerca, tu corazón late a mil
por hora, te sudan las manos, sientes mariposas en el estómago, flotas, te
sonrojas, quieres verte mejor que nunca y tan sólo al oír su nombre suspiras.
Esta
serie de “síntomas” indican que te has enamorado, sí tú que siempre creíste que
eso no sucedería, que a ti nunca te iba a pasar y menos con esa persona que te
caía pésimo. Esta “enfermedad” se llama enamoramiento y es un proceso natural
en las personas, de hecho es un proceso básico para que surja una relación de
pareja.
Con
el enamoramiento el adolescente empieza a separarse de su familia y a
individualizarse, buscando su propia identidad. Es un proceso importante porque
ya no depende tanto de la familia en términos afectivos. Por ello, sus
relaciones de pareja son parte medular en su vida afectiva y un fuerte soporte
para deslindarse de sus padres e iniciar un proceso de socialización con
respecto a personas del otro sexo. Aquí es donde el adolescente necesita darse
cuenta de que hay otras personas no tan incondicionales como la familia, pero a
veces tan importantes como los propios padres.
Los
adolescentes pueden sentir enamoramiento por personas accesibles: compañeros de
clase, vecinos, o los amigos de hermanos mayores del sexo opuesto, También
ocurre que se enamore de alguien inaccesible, ya sea por inseguridad o timidez,
aunque lo viven tan intensamente como un amor real. Algunas personas se sienten
muy incomodas ante el hecho de convertirse en el centro de atracción sexual de
un adolescente, mientras que otras se aprovechan de la adulación y abusan de su posición. En algunas ocasiones el enamoramiento se
convierte en una obsesión que puede provocar un gran dolor y angustia. En otros casos, se da un primer enamoramiento
correspondido que implica cierta estabilidad en la relación.
En
suma, los adolescentes se enamoran con facilidad, están en la edad más
propicia. Al hacerlo varias veces experimentan el deseo en distintas formas y
con diferente trascendencia, a la vez que les da la oportunidad de conocer
diversas experiencias afectivas. Todo esto les proporciona conocimiento de sí
mismo y del comportamiento y actitudes de los demás, lo que constituye una
experiencia invaluable para su futura conducta afectiva.