lunes, 15 de abril de 2013


El Enamoramiento en la Adolescencia



Resulta que un día descubres que tu compañero (a) de clase o tu vecino (a), o tu amigo (a) no es tan feo (a) como creíste, descubres que tiene ojos bonitos, que su figura es muy agradable, que cuando habla siempre hace el mejor comentario,  que usa la ropa del momento y que sólo a el (ella) le queda y cada vez que se acerca, tu corazón late a mil por hora, te sudan las manos, sientes mariposas en el estómago, flotas, te sonrojas, quieres verte mejor que nunca y tan sólo al oír su nombre suspiras.

Esta serie de “síntomas” indican que te has enamorado, sí tú que siempre creíste que eso no sucedería, que a ti nunca te iba a pasar y menos con esa persona que te caía pésimo. Esta “enfermedad” se llama enamoramiento y es un proceso natural en las personas, de hecho es un proceso básico para que surja una relación de pareja.

Con el enamoramiento el adolescente empieza a separarse de su familia y a individualizarse, buscando su propia identidad. Es un proceso importante porque ya no depende tanto de la familia en términos afectivos. Por ello, sus relaciones de pareja son parte medular en su vida afectiva y un fuerte soporte para deslindarse de sus padres e iniciar un proceso de socialización con respecto a personas del otro sexo. Aquí es donde el adolescente necesita darse cuenta de que hay otras personas no tan incondicionales como la familia, pero a veces tan importantes como los propios padres.

Los adolescentes pueden sentir enamoramiento por personas accesibles: compañeros de clase, vecinos, o los amigos de hermanos mayores del sexo opuesto, También ocurre que se enamore de alguien inaccesible, ya sea por inseguridad o timidez, aunque lo viven tan intensamente como un amor real. Algunas personas se sienten muy incomodas ante el hecho de convertirse en el centro de atracción sexual de un adolescente, mientras que otras se aprovechan de la adulación  y abusan de su posición.  En algunas ocasiones el enamoramiento se convierte en una obsesión que puede provocar un gran dolor y angustia.  En otros casos, se da un primer enamoramiento correspondido que implica cierta estabilidad en la relación.

En suma, los adolescentes se enamoran con facilidad, están en la edad más propicia. Al hacerlo varias veces experimentan el deseo en distintas formas y con diferente trascendencia, a la vez que les da la oportunidad de conocer diversas experiencias afectivas. Todo esto les proporciona conocimiento de sí mismo y del comportamiento y actitudes de los demás, lo que constituye una experiencia invaluable para su futura conducta afectiva.
                                                                            Fuente http://futurojoven.obolog.com                                                   

viernes, 12 de abril de 2013


La Alimentación en la Adolescencia

Una de las características de la adolescencia es que el cuerpo crece y adquiere más peso. En este periodo se producen los “estirones”. En general, se considera que en este tiempo, los seres humanos adquieren el 25% de la que será su estatura definitiva, además del 50% de la masa esquelética –es decir de la formación de los huesos- y el 50% del peso corporal.
Una alimentación sana y equilibrada conseguirá que el organismo de nuestros adolescentes se forme adecuadamente. Una mala alimentación, por el contrario, puede provocar problemas en el crecimiento y también suponer más riesgo de padecer enfermedades durante la madurez. Una mala alimentación pude ser tanto comer demasiado poco como hacerlo en exceso.
Alimentarse de forma adecuada no es solo el acto de consumir alimentos. Conocerlos y saber cómo deben ser preparados e incluso prepararlos es una parte del proceso de la alimentación que ayuda a tener una relación más sana con la comida. Por ello es conveniente que el adolescente tenga información sobre los alimentos y participe en la elección y preparación de sus comidas.

Hábitos sano de Alimentación.
·         Hacer todas las comidas –desayuno, almuerzo, merienda y cena- y a la misma o aproximada hora todos los días.
·         Consumir cada día alimentos de todos los grupos:
·         Buscar un equilibrio en el que pesen más los alimentos más saludables y menos los que tienen pocos beneficios para la salud como los dulces o la comida rápida.
·         Comer cuando se tiene hambre y dejar de comer cuando uno está saciado. Es muy importante que los adolescentes sepan reconocer cuándo están comiendo porque tienen ansiedad o se aburren y diferenciarlo de cuando tienen apetito.
·         Comer despacio y masticar suficientemente los alimentos. Una comida no debería durar menos de 20 minutos que es el tiempo que suele tardar el organismo en sentirse lleno.
·         Por lo que se refiere al aporte de calorías, se considera una relación adecuada el consumo del 25% en el desayuno, el 30% en el almuerzo, entre el 15 y el 20% en la merienda y entre el 25 y el 30% en la cena.
·         No olvidar nunca la importancia de desayunar convenientemente. Es la primera comida del día y la que aportará a los adolescentes la energía que necesitarán hasta el almuerzo.

Comer es además de una necesidad vital, una actividad cultural. Los adolescentes deben interesarse por los alimentos, su origen o sus posibles preparaciones enriquecerán sus puntos de vista. Y no debemos olvidar que es muy importante que prestemos atención a posibles alteraciones en los hábitos alimenticios de los adolescentes ya que esta también es la etapa en la que suelen aparecer los trastornos de la alimentación como la anorexia y la bulimia consecuencias de una especial preocupación por su imagen corporal, influyendo en su alimentación. Por lo que es muy importante que la familia sepa transmitir y educar desde muy temprana edad a tener buenos hábitos alimenticios y sobre todo, respeto y amor por su cuerpo.

martes, 2 de abril de 2013


2 de abril. Día del veterano y de los caídos en la Guerra de Malvinas.    
En esta fecha se homenajea a los HEROES NACIONALES que combatieron en el conflicto bélico del Atlántico Sur en 1982. Una oportunidad para reivindicar la memoria, la soberanía y la libertad.


 En el marco de la dictadura militar instaurada desde 1976, el 2 de abril de 1982, las Fuerzas Armadas de nuestro país desembarcaron en las Islas Malvinas con el objetivo de iniciar la recuperación de este territorio. Esto desencadenó el conflicto bélico del Atlántico Sur, que se desarrolló desde ese día hasta la rendición argentina del 14 de junio de 1982.
Descubiertas en 1520 por integrantes de la expedición de Hernando de Magallanes, las islas fueron registradas en la cartografía europea con diversos nombres y quedaron dentro de los espacios bajo control efectivo de las autoridades españolas. No obstante, hacia mediados del siglo XVIII, comenzaron a ser objeto del interés de Gran Bretaña y Francia, que aspiraban a contar con un establecimiento estratégicamente ubicado frente al estrecho de Magallanes.
El 3 de enero de 1833 las Malvinas fueron ocupadas por primera vez por fuerzas británicas que desalojaron a la población y a las autoridades argentinas allí establecidas legítimamente, reemplazándolas por súbditos de la potencia ocupante.
En 1965, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció que la situación que atraviesan las Islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur desde 1833, así como los espacios marítimos circundantes, representan un caso especial de colonialismo que debía ser resuelto en negociaciones entre el Reino Unido y la República Argentina. Desde ese entonces, fueron 39 las resoluciones de la ONU instando a los gobiernos de ambos países a retomar el diálogo por la soberanía de las Islas. Estas resoluciones no fueron acatadas en ningún momento por el gobierno británico.
A partir de 2003, el gobierno Nacional comenzó a impulsar la política de recuperación de las islas por la vía diplomática, logrando que este propósito sea una causa latinoamericana y global contra el colonialismo. Toda América Latina y el Caribe y numerosos países de todo el mundo se declararon solidarios con esta causa. Y también impulso la memoria y el honor para quienes lucharon en el frente de batalla, como así también renovar el pedido ante el gobierno británico para que acate las resoluciones de las Naciones Unidas e inicie un proceso de diálogo con nuestro país sobre la soberanía de las islas.

“Las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur son argentina, 
la soberanía sobre esos territorios constituye un derecho irrenunciable e indeclinable del pueblo argentino”.

“Nuestros héroes de Malvinas merecen un reconocimiento por su entrega y sacrificio y la mejor manera de brindárselo, seguramente, será recordándolos.” 

                                                                        Articulo presentado por Damián de La Puente.
                                                                       Estudiante tesista de Lic. En Ciencia Política.