La Alimentación en la Adolescencia
Una de las características de la
adolescencia es que el cuerpo
crece y adquiere más peso. En este periodo se producen los “estirones”. En
general, se considera que en este tiempo, los seres humanos adquieren el 25% de
la que será su estatura definitiva, además del 50% de la masa esquelética –es
decir de la formación de los huesos- y el 50% del peso corporal.
Una alimentación sana y equilibrada conseguirá que el
organismo de nuestros adolescentes se forme adecuadamente. Una mala
alimentación, por el contrario, puede provocar problemas en el crecimiento y
también suponer más riesgo de padecer enfermedades durante la madurez. Una mala
alimentación pude ser tanto comer demasiado poco como hacerlo en exceso.
Alimentarse de forma adecuada no es solo el acto de consumir
alimentos. Conocerlos y saber cómo deben ser preparados e incluso prepararlos
es una parte del proceso de la alimentación que ayuda a tener una relación más
sana con la comida. Por ello es conveniente que el adolescente tenga
información sobre los alimentos y participe en la elección y preparación de sus
comidas.
Hábitos sano de
Alimentación.
·
Hacer todas las comidas –desayuno, almuerzo,
merienda y cena- y a la misma o aproximada hora todos los días.
·
Consumir cada día alimentos de todos los grupos:
·
Buscar un equilibrio en el que pesen más los alimentos
más saludables y menos los que tienen pocos beneficios para la salud como los
dulces o la comida rápida.
·
Comer cuando se tiene hambre y dejar de comer
cuando uno está saciado. Es muy importante que los adolescentes sepan reconocer
cuándo están comiendo porque tienen ansiedad o se aburren y diferenciarlo de
cuando tienen apetito.
·
Comer despacio y masticar suficientemente los
alimentos. Una comida no debería durar menos de 20 minutos que es el tiempo que
suele tardar el organismo en sentirse lleno.
·
Por lo que se refiere al aporte de calorías, se
considera una relación adecuada el consumo del 25% en el desayuno, el 30% en el
almuerzo, entre el 15 y el 20% en la merienda y entre el 25 y el 30% en la
cena.
·
No olvidar nunca la importancia de desayunar convenientemente.
Es la primera comida del día y la que aportará a los adolescentes la energía
que necesitarán hasta el almuerzo.
Comer es además de una necesidad vital, una actividad
cultural. Los adolescentes deben interesarse por los alimentos, su origen o sus
posibles preparaciones enriquecerán sus puntos de vista. Y no debemos olvidar que
es muy importante que prestemos atención a posibles alteraciones en los hábitos
alimenticios de los adolescentes ya que esta también es la etapa en la que
suelen aparecer los trastornos de la alimentación como la anorexia y la bulimia
consecuencias de una especial preocupación por su imagen corporal, influyendo
en su alimentación. Por lo que es muy importante que la familia sepa transmitir
y educar desde muy temprana edad a tener buenos hábitos alimenticios y sobre
todo, respeto y amor por su cuerpo.
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